Arturo Carrasquilla López

0

Tras el nacional de Caspe, nuestro cuarto puesto dio lugar a todo tipo de especulaciones, por suerte o por desgracia, el tema estaba claro, los legítimos campeones del nacional no tenían opción de representar a España en un mundial, esto nos daría y nos dio, pasaporte al mundial de Rumania. Después de varios meses de negociaciones con la federación española y con el resto de la expedición, el asunto es que no nos poníamos de acuerdo, bien, sobre como íbamos a desplazarnos tanto nosotros, como el material necesario, muchas llamadas, con Clemente, con Frías y con Fuentes; el mayor problema, el dinero; el presupuesto de la española era reducido, y su apoyo a la hora de organizar el viaje fue nulo, o mejor dicho, negativo, Clemente y un servidor barajamos muchas opciones, la respuesta de la nacional siempre la misma, es muy caro, no hay dinero, tanto fue así que los chavales de Aragón se echaron atrás y es que ir a un mundial con una selección y tener que poner de tu bolsillo… pues es muy triste.

Mi ultima conversación con Fuentes, fue para invitar a Salas y compañía, el tema estaba claro, nosotros teníamos una ayuda por parte de la madrileña, los andaluces también fueron ayudados por su federación, y los catalanes si no tenían apoyo, tenían que poner de su bolsillo, en concreto mil euros. Pasaron unos días, y por parte de la federación nacional todo eran palabras de desánimo, cuando ya estábamos a punto de renunciar, los catalanes cogieron el toro por los cuernos y organizaron un viaje, que si bien no era perfecto, era un viaje, que coño! Le metieron caña a Fuentes y tiramos… y es que la verdad, sin ellos no hubiéramos ido al mundial, GRACIAS POR TODO!! Salvando estos momentos amargos, el caso es que se fueron acercando los días, había bastante información sobre el lago, era un tipo de pesca un poco peculiar, estaba claro que Rumania quería ganar, y un escenario técnico, daba muchas opciones a sudafricanos, ingleses y porque no, a nosotros también; tenían la lección bien aprendida, por lo que prepararon un lago donde la pesca seria una maratón, y para ganar, necesitarías ser un atleta; amén del tema del cebo, ya que el lago había sido cebado con un solo cebo durante meses; muchas fueron las naciones que fueron engañadas y a las que se les vendió tal cebo que no era el mismo, algunos hicieron negocio con este asunto, el lago se pescaba solamente a boilie, la estrategia era partirte el brazo y aguantar, nada mas, o menos…

Entonces hable con José Rey y me proporciono 40 kilos de boilies solubles de Frankfurter sausage de SBS, con ellos podía intentar competir, no sabia si seriamos capaces de lanzar tantos boilies al agua en tan poco tiempo, pero había que intentarlo. El lunes 24 de septiembre llegó, y partimos hacia Rumania, Zayas y Jaume ya estaban allí con todo nuestro equipo y es que sin ellos tampoco hubiera sido posible esta aventura, recorrer media Europa con un furgón cargado hasta el techo no tiene precio, y su amistad tampoco. Después de dos días de sarao puro, y es que a mi el tema de las fiestukis no me va mucho, llego el sorteo, la tarde anterior ya sabíamos que sector nos había tocado, y ordenamos la furgo en ese orden, pues el caso es que nos tocó el A14 y bueno, hacia allí partimos, nos dejaron con los cacharros y a esperar a que nos pesaran el cebo y que pudiéramos entrar al ring a montar.

Nuestro puesto A14, Kike preparando montajes

Esperando me di cuenta de que a nuestra derecha, les había tocado a una pareja rumana, y me dije, estos seguro que hablan español, y me fui a verlos, y el caso es que no, a duras penas nos entendimos en inglés, me dijeron que no era el mejor lugar del lago, y que le íbamos a hacer…

El equipo rumano a nuestro lado, los campeones.

Nuestra estrategia era clara, pescaríamos como siempre, cebaríamos con el cohete nuestra mezcla de semillas y pellets, y pescaríamos con bolsas de PVA, de cebo, pellets, pequeños flotantes… el caso es que no había tirado ni dos cohetes cuando mis vecinos de la izquierda llevaban dos peces, y los rumanos… cinco!! Le dije a Kike, tira las cañas que nos van a brear…. Y así fue. A las tres de la tarde decidí que teníamos que cambiar la estrategia, no solo nuestro método no era rentable…si no que ni si quiera picaban… si, a una bolsa con mi mezcla infalible y un pequeño pop up, ni chica ni grande, nada!! Imposible!! Nunca me lo explicaré, nunca.

Equipo sencillo esperando entrar en acción.

Entonces empezamos a tirar bolas con los cobras, y tampoco… hasta la una de la noche no cogimos el primer pez de peso, esa noche cogimos seis peces de peso con un CSL hooker de Frankfurter, parecía que estábamos en el camino, pero cuando amaneció, empezaron los rumanos y fue un no parar… la fijación por su cebo era tal que no nos picaba ni una, esa noche nos acostamos derrotados, el estar al lado de ellos era lo peor que nos podía haber pasado. La segunda noche paso sin pena ni gloria, mucho frio y niebla, cogimos dos peces de peso, y, aunque los rumanos no cogían muchas de noche, a la una nos despertaron para firmar el pesaje y no pude levantarme, nunca me había dolido tanto el cuerpo, había tirado 15 kilos de bolas en 24 horas y no sentía ni los brazos, ni los hombros, y la espalda…nunca me había pasado nada igual, y fue volver a hacerse de día y volver a pasarnos la mano por el lomo… ellos cebaban, nosotros cebábamos, pero nada. Esa tarde Kike decidió gastar las bolsas que preparamos en el hotel, 30 bolsas, un pez de peso, esa tarde fue cuando sucedió el milagro, los peces comenzaron a picar a nuestros boilies, un soluble recortado y una mallita de PVA con un boilie troceado dentro, esa tarde capturé 8 peces de peso, picaban, pero ya no podíamos hacer nada, solo luchar por no ser los últimos… A las dos y media de la mañana me despertó una de mis cañas, salí y la cogí, un pez de peso, cambié todas las cañas y saqué otra bonita royal en una de las cañas de Kike, que llevaba cogida vete tu a saber cuanto tiempo… a partir de ahí, comenzó el festival. Llevábamos 20 peces de peso en 60 horas de competición, sacamos 30 peces de peso en las ultimas 10 horas, tarde, pero fuimos al mismo ritmo que los campeones del mundo, ahí fue cuando me di cuenta de que no hubiésemos podido hacer nada, aunque nos hubieran picado, esa gente era de otra galaxia.

Hora de pesaje, foto y al agua.

Quieren saber que hicieron de especial los campeones? Pues bien sencillo, aparte de tener el cebo con el que habían alimentado a esos bichos durante cierto tiempo, y hablo de alimentar, no de cebar, se rumoreaba que habían gastado 30000 euros de cebo, total nada… esa parte solo era el 50%, el resto era solo que lanzaban a las boyas, donde habían cebado esos meses, 180 metros de nada, con unas cañas de 12 pies y 2,5 libras y un plomo de 3 onzas!! Todo por que con cañas duras de las que gastamos nosotros, solo sacabas la mitad de los peces que te picaban, no contentos con lanzar a esa distancia con ese equipo, los tíos cebaban con solubles de 24mm, no tan lejos, pero os puedo asegurar que tiraban bolas con un cobra a 150 metros, y eso el resto de los mortales, pues como que no… Además estaban constantemente con un capitán que les daba instrucciones precisas, tenían un cacharro con cuatro relojes para saber cuanto tiempo llevaba cada caña en el agua, muy importante con los solubles; la primera noche se la chupaba uno y solo dormía una hora, se mamaban diez burns que no hay estomago que lo aguante, la segunda noche se la chupó el otro y la ultima cuatro horas cada uno… no sé cuantos peces cogerían, pero esa gente era profesional, y aunque a nosotros, el estar a su lado fue nuestra tumba, también aprendí muchas cosas de ellos, son gente humilde y no pudieron ayudarnos por que aquello parecía un secreto de estado, al acabar la competición, acudí a firmarles el ultimo pesaje, nada mas entrar en su ring me arrodillé y grité I´m not worthy!! (No soy digno!) Toda la televisión rumana grabando, Félix me levantó y nos fundimos en un abrazo, se lo merecían, nunca había visto a nadie pescar así, ganaron un mundial con el viento de espaldas, no os digo más.

Acabo el campeonato, una fiesta más y para casa, cuando te gana alguien de chiripa, pues da mucha rabia, pero cuando es algo así… te alegras de aprender lo que puedas y a tirar adelante, esto es así, y donde lo hay bueno, siempre lo hay mejor, de veras! Lo que más me sorprendió fue la capacidad de mis boilies, Jose tenía razón, en tres días igualar a un cebo con el que habían cebado tanto tiempo, fue algo que a mitad de competición ni lo hubiera soñado, aun así, nunca hubiésemos podido aguantar ese ritmo, ese mundial estaba hecho por y para Rumania y así fue!

Tan solo me queda agradecer la ayuda de la Federación madrileña de pesca, sin ella no hubiésemos podido ni pensar en ir al mundial, Gracias Angelines y Federico!! a Jesús Rodenas, nuestro Capitán, que siempre nos apoyó incluso en los peores momentos, a nuestros transportistas y a toda la gente que nos ayudó de alguna manera en nuestra aventura… mil gracias!!